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Reflexión de Navidad

El comienzo de una ONG siempre es muy desafiante. El deseo de ayudar es enorme, pero generalmente hay una limitación de recursos para ofrecer esa ayuda. AIRE no es la excepción. Gracias al apoyo de algunos voluntarios y a las contribuciones mensuales de personas que creen en nuestra causa, hemos logrado mantener nuestras puertas abiertas, y en enero de 2025 celebraremos 4 años de actividad.

Una ONG generalmente se mantiene a través de donaciones de personas físicas y jurídicas, o mediante financiamientos gubernamentales para implementar proyectos que cumplan con objetivos públicos. Además, existen fundaciones y organizaciones filantrópicas que ofrecen fondos para la ejecución de proyectos específicos, alineados con sus misiones, a través de convocatorias.

Sin embargo, la dificultad para lograr alianzas con el sector público o competir en convocatorias es que existen exigencias que las organizaciones nuevas, como la nuestra, no pueden cumplir de inmediato. Generalmente, se requiere tener al menos 3 años de funcionamiento o estar registrada en el Consejo Municipal de Asistencia Social o en el Registro de Entidades del Estado. Para realizar estos registros también se exige un tiempo mínimo de operación. AIRE solo consiguió estos certificados en el segundo semestre de 2024, es decir, solo ahora podemos intentar nuevas alianzas que nos ayuden financieramente.

Nuestra principal fuente de recursos termina siendo, entonces, las donaciones de personas físicas. Por eso, nos gustaría dejar una reflexión para esta Navidad y, tal vez, un compromiso para el año 2025: haga una donación, sea a AIRE o a otra ONG de su preferencia. Aunque sea pequeña, esa contribución sin duda hará una gran diferencia.

En la época navideña, recibimos muchas solicitudes de voluntarios que quieren comprar regalos para los niños, y estamos muy agradecidos por su generosidad. Sin embargo, la verdad es que, mientras los niños reciben muchos regalos y ropa, faltan recursos para cubrir gastos esenciales, como el pago del aguinaldo de los empleados o una factura de electricidad. Y, por más que la sonrisa de los niños al recibir un regalo nos llene de alegría, se necesita mucho más que eso para albergarlos e integrarlos a la sociedad, para que puedan tener un futuro digno aquí.

Agradecemos a todos los que nos han apoyado mensualmente y a los futuros apoyadores también. Sin la generosidad de ustedes, nuestro trabajo no sería posible. ¡Gracias!

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