La familia de Abel y Melissa son de Maturín, Venezuela. En Venezuela se dedicaban al comercio y trabajaban en el sector alimentario. Sin embargo, por la crisis que atravesa el país, sumándole su difícil situación económica, tomaron la decisión de llegar a Brasil. Ellos tienen el deseo de poder construir un mejor futuro para sus dos hijos Miguel y Aaron.
El pequeño Aaron tiene algunos problemas de salud, incluido el síndrome de Prader-Willi, un trastorno genético que puede traer cambios físicos y de comportamiento en su desarrollo si no se controla y trata. En Venezuela, sin embargo, el acceso a exámenes y terapias médicas es muy difícil y el sistema de salud pública hoy es casi inexistente. Y sin los medios económicos para ofrecer tratamiento a través de médicos privados, la familia encontró entonces en Brasil la posibilidad de ofrecerle a Aaron la atención que necesita.
Salieron de Maturín con lo que lograron llevar en sus cuatro mochilas, cruzaron la frontera norte de Brasil y llegaron a Boa Vista, capital de Roraima, el 5 de julio. Allí permanecieron 20 días hasta que lograron llegar a AIRE, en Diadema, São Paulo, a finales de mes.
Están muy agradecidos por la acogida de los brasileños, Abel y Miguel (que tiene 18 años) ya encontraron trabajo y el pequeño Aaron ya está recibiendo tratamiento médico a través del SUS (el sistema público de salud en Brasil).
Ahora están dispuestos a trabajar, aprender más sobre la cultura brasileña y construir una nueva vida aquí.