Hernán, Frannys y Allan son de Isla Margarita en Venezuela, un lugar de hermosas playas donde Hernán trabajó como marinero y cocinero en barcos turísticos. Sin embargo, con la grave crisis que atravesaba el país, la vida se volvió cada vez más difícil hasta que no les quedó otra alternativa que abandonar su tierra natal e intentar empezar de nuevo en otro lugar.
Llegaron a Brasil en diciembre de 2023 y a pesar de extrañar a su familia que se quedó en Venezuela, quedaron asombrados por la hospitalidad y solidaridad del pueblo brasileño.
Ahora un poco más acostumbrada a la vida en el nuevo país, la familia está feliz por empezar a reconstruir su futuro. Hernán ya consiguió un trabajo y Allan ya está matriculado en la escuela.
Allan, que tiene 12 años, ha tenido consultas previas en las que se sospechaba que pertenecía al espectro autista, pero como el acceso a médicos y especialistas en Venezuela es muy difícil, la familia nunca pudo recibir un diagnóstico y proceder a las terapias para el niño. Ahora, en Brasil, recibe atención a través del sistema de salud y esperan conseguirle la ayuda que necesita para crecer y desarrollarse.
El sueño de Hernán y Frannys es muy simple y muy similar al de otros miles de refugiados. Ofrecer a su familia un hogar seguro en un país donde su hijo pueda estudiar y vivir una vida digna. ¡Eso es lo que esperamos también!
